
12 años de compromiso y conexión humana: Mitsui Kinzoku ACT celebra su aniversario en familia

Silao, Gto.– Era un sábado distinto en la planta de Mitsui Kinzoku ACT México, ubicada en el corazón industrial de Silao, Guanajuato.
Donde usualmente se fabrican con precisión japonesa las chapas de seguridad que protegen millones de automóviles en el mundo, esa mañana se escuchaban risas de niños, música de feria y el eco alegre de una comunidad reunida.

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“Esto es para nuestros niños, para que vivan una experiencia alegre, cercana, y para honrar las raíces mexicanas que también forman parte de nuestra cultura corporativa”, compartió Samuel González Sánchez, gerente de Recursos Humanos, mientras recorría el evento saludando uno a uno a los padres y sus pequeños.
La escena era casi poética: carpas con juegos tradicionales, pinta caritas, globos de colores, sonrisas tímidas de niños que veían por primera vez la planta donde sus padres trabajan día a día. A lo lejos, se levantaban los juegos mecánicos, un símbolo de que también en la industria puede haber espacio para la fantasía y la conexión emocional.

Mitsui Kinzoku ACT llegó a México en 2012, como una empresa de origen japonés con inversión norteamericana, especializada en el diseño, fabricación y ensamble de chapas automotrices
. En una década, ha tejido una historia de crecimiento que no solo se mide en producción o exportaciones, sino también en relaciones humanas.

Hoy emplea a más de 700 trabajadores, muchos de ellos con trayectorias de más de una década dentro de la compañía. Y es precisamente este arraigo lo que inspiró la idea de realizar un Open House familiar con un enfoque comunitario y emocional.

“Queremos que los hijos de nuestros trabajadores sepan que aquí también tienen un espacio. Mitsui no es solo una planta, es una comunidad donde todos contamos”, añadió González.
El evento no fue improvisado. Hubo organización logística, límites de edad para los niños asistentes (hasta los 10 años) y un operativo de seguridad impecable. Se esperaba la asistencia de unos 250 menores, y así fue. Cada uno vivió la magia de una feria dentro del lugar donde sus padres construyen piezas que dan seguridad a millones de autos en el mundo.

Este aniversario no solo conmemora el paso del tiempo, sino también el modelo de gestión humana de Mitsui Kinzoku ACT, donde la eficiencia industrial convive con el respeto por las tradiciones, el valor de la familia y el compromiso social.
En una época donde muchas industrias avanzan a gran velocidad pero a veces olvidan a las personas detrás de las máquinas, Mitsui dejó claro que el futuro se construye con acero, sí, pero también con empatía.