
Pide Melanie a Libia recinto ferial y apoyo para programas sociales para mujeres

Silao, Gto.– Llego la hora que muchos esperaban. Ahí debajo de un sol del atardecer, junto al Jardín Principal, bajo la sombra de las torres de la Parroquia, el nuevo Ayuntamiento de Silao hizo su presentación ante la sociedad.
Decenas de silaoenses tenían su lugar, una silla los esperaba. Militares, funcionarios estatales y los nuevos municipales, diputados locales, directivos para escuelas e industria, gente de sociedad, bien vestida y con peinados de salón estaban en las primeras filas.

Atrás, siguieron los comerciantes, trabajadores, sindicatos de la construcción, mujeres de colonias y comunidad que llegaron con sus hijos. En el Jardín debajo de los árboles estaban a algunos hombres y jóvenes que prefirieron aguantar la resolana.
Desde lo alto, en las azoteas de los edificios de los arcos, estaban los nuevos directores de la Secretaría de Seguridad y Protección Civil, desde ahí ordenaron que se abriera camino para meter una camilla cuando una mujer de comunidad desmayó.

De traje claro, con sus cabellos largos semirizados, Melanie Murillo, la pimera alcaldesa, lanzó el llamado a la gente de Silao, en medio de la que creció para unirse y mejorar colonias y comunidades como un solo Silao.
Y aseguró que será la “Presidenta de la ley del máximo esfuerzo”, con el compromiso de dar todo su trabajo hasta el límite para limpiar Silao y lo que la basura dejó: una intensa plaga de mosquitos que han enfermado a miles, lo que deja a este Municipio con el mayor número de enfermos de dengue.

Melanie Murillo, sonrojada por el sol, volteaba a ver a la gobernadora, su amiga y compañera del Partido Acción Nacional, para lanzarle una gran lista de peticiones: Ayuda en materia de salud, limpieza, recuperar y dignificar la deportiva, donde se realizaron las fiestas locales; un espacio ferial, apoyos con becas para estudiantes y deportistas, créditos para comerciantes y campesinos y la tarjeta rosa para todas las mujeres.

La respuesta de la gobernadora fue: mientras haya proyectos, habrá apoyo y recursos, sin comprometerse específicamente con alguna de las peticiones que se lleva. “Cuenta conmigo”, le dijo claramente Libia a Melanie.
Hoy no hubo baile, ni mucho menos kermes, como se vivieron las movilizaciones pasadas de silaoenses. “¿Ya se acabó?” Se preguntaban las mujeres sonrojadas por el sol, después del último discurso.