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Sorprende en las calles exgobernador Juan Carlos Romero Hicks,  busca el voto en  Silao y Guanajuato

Sorprende en las calles exgobernador Juan Carlos Romero Hicks,  busca el voto en  Silao y Guanajuato

Cuando Mauricio abrió su puerta, vio un rostro conocido y se sorprendió. Lo había visto años atrás en la televisión y en espectaculares, pero ahora estaba frente a él, en la entrada de su casa, era Juan Carlos Romero Hicks el primer exgobernador de Guanajuato que volvió a las calles de Guanajuato a hacer “campaña a pie”.

Ahora busca la diputación local por el distrito VIII que abarca Guanajuato capital y Silao.

Sin guardaespaldas, ni “séquitos” de acompañantes, sólo el panista con algunos de sus simpatizantes vestidos con playeras que llevaban su nombre.

 

Alto, de ojos claros, rubio, con el rostro rojizo, tostado por el sol, Juan Carlos Romero Hicks sale todos los días de nueva cuenta para ver a la gente.  Viene a pedirles su apoyo para que el próximo 2 de junio voten por  el Partido Acción Nacional (PAN)

“Podría irse tranquilamente a ser diputado por la elección plurinominal, pero quiere ir a ver a la gente y volver a campaña”, platica Margarita Arenas Guzmán, quien camina con él, a su lado.

Con su camisa blanca, pantalón de mezclilla y cinto, a veces trae la gorra puesta para taparse del sol, pero cuando se trata de platicar con la gente se la acomoda en la espalda amarrada debajo del cinturón.

Durante las mañanas Romero Hicks recorre Guanajuato Capital, se reúne con organismos empresariales, con las mujeres de Amexme, los comerciantes de la Canaco y de los mercados y con otras organizaciones civiles.

Por las tardes, toma su cachucha y junto a Nicolás Avila, el silaonse que es el candidato suplente a diputado de su fórmula, sale a los barrios y comunidades de Silao.

También se encuentra a la gente el Jardín Principal, en el  tianguis de “Los dominguitos”, ahí donde la gente se asombra al ver al rubio alto, que hace unos años fue gobernador.

“Por este güerito yo si voto”, cuchichean entre sí las mujeres que lo ven entre los puestos del mercado de Silao.

“¿Quién iba a decir?, no podía creerlo cuando tocaron a mi casa y vi al que era gobernador y ahora se viene a ensuciar los zapatos y empolvarse en las rancherías de Silao”, dice sorprendida María Zaragoza que vive en el bulevar principal de la colonia Valle de San José.

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